Una ex paciente de la Terapia Intensiva del Hospital Italiano nos ofrece su testimonio de cómo la enfermedad puede transformar la perspectiva de vida de las personas.
Por: Anstasia Soperez
Fotografía: Mavi Gon (la modelo es Anastasia Soperez)
Soy Anastasia Soperez, tengo 27 años, vivo en la ciudad de Santa Fe. Soy estudiante de Administración de Empresas, hace más de tres años que disfruto de la práctica del deporte pole dance (con algunos recesos), me gusta en mis tiempos libres meditar y acompañarlo con reiki.
Un 31 de octubre de 2016, llegué a Buenos Aires, con un diagnóstico confuso en busca de una respuesta.
Pasé por dos intervenciones quirúrgicas, ambas de 12:00hs de duración, un post operatorio (4 días) en terapia intensiva y (11 días) en piso, por radioterapia y quimioterapia.
Mí primer antecedente fue un sarcoma miofibroblastico de bajo grado. Luego de varios ateneos se me indica realizar radioterapia neoadyuvante.
Mí segundo antecedente surge un 5 de diciembre de 2017 donde se detectó post control una recidiva tumoral de base en la hemimandíbula derecha. Hoy pasaron 5 meses de la segunda intervención y me encuentro finalizando mí tratamiento de quimioterapia preventiva.
Todo este tiempo en donde los procesos fueron intensos comprendí aún más la importancia de canalizar aquello que nos sacude, lo que a uno lo mueve de su lugar, saber donde plasmarlo, devolver lo que no es mío pero que en su momento fue útil. Hoy me observo y puedo decir que estoy agradecida, no con la parte más linda del cuento, sino con todo ese lado oscuro, esa sombra que en muchas ocasiones provoca tanto miedo.
En medio de todo este trajín me encuentro leyendo un libro y citan una frase reiteradas veces que en mí tiene mucho sentido y me hace observar todo de manera diferente «la enfermedad nos hace sinceros» tan solo cinco palabras nos pone cara a cara con todo eso que queremos tapar y esconder bajo las alfombras. Es así de fácil, te muestra eso que sabías pero seguías mirando en dirección contraria, sientes eso que no permitías, y te mueve del lugar que ya no querías. Te empuja hasta que lo grites y puedas decirlo. Hoy agradezco por todo aquello que me llevo a GRITARLO. Cruzar esa línea y transformar esa sombra en una realidad consciente. Es inevitable no finalizar con estas palabras, sin dudas LA SINCERIDAD INCOMODA. Gracias.
Contacto: anastasia.soperez.20@hotmail.com